sexta-feira, 23 de abril de 2010

Um trecho do livro "El misterio de la llave"

EN LA SINAGOGA
Cándido sale del hotel. La noche es más negra
que nunca. Nadie pasa por las calles tranquilas de
Toledo. En el reloj de la plaza son las cuatro. Pero
Cándido no podía dormir.
No puede olvidar las últimas semanas: el paquete
con los periódicos ... la llave ... el calor de Córdoba ... las
inscripciones ... la música del bar ... El misterio de la
sinagoga azul. Hasta que, por fin, llegó a Toledo para
contestar a sus preguntas.
No va a ser fácil. Él lo sabe. Para empezar, nadie
lo llamó. Pero están los periódicos. Alguien los envió.
Entonces alguien lo espera. Pero ¿quién? ¿Y dónde?
¿En la sinagoga, quizás?
Cándido anda muy rápido. El ruido de sus
zapatos sobre las piedras de la calle rompe la noche.
Ya está cerca de la sinagoga. Por fin va a saber
quién lo espera allí. Y va a entrar, entrar para leer las
inscripciones de la llave. Él sí va a poder hacerlo.
Un pájaro de la noche llega hasta una ventana.
Cándido oye el ruido y mira hacia arriba. Por un
momento se para. Pero debe seguir su camino. Pasa una
plaza y entra en una calle pequeña. Detrás de la última
esquina está la sinagoga. Cándido está muy nervioso
prro, no puede volverse atrás.
Corre hasta llegar a la otra calle. Ya está. Delante
de él, el Palacio de Úbeda. Allí no hay nadie más que él.
Cándido no puede pensar. ¿Qué ocurre?
Esperaba encontrar a alguien allí, a la persona de los
periódicos. Por un momento no sabe qué hacer: ¿volver
al hotel?, ¿tomar otro tren hasta Córdoba?
No. claro que no. Cándido no sabe si alguien
quiere algo de él, pero ahí está la sinagoga azul. Y
detrás de su puerta está el misterio importante de
verdad, el misterio de las inscripciones. Esa llave de
hace ochocientos años puede hacerle olvidar los años de
cárcel, los días negros, la mala suerte.

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